Milán, c. 1495

Leonardo, bien establecido en la corte de Ludovico el Moro, comienza a trabajar en La última cena en el refectorio de Santa Maria delle Grazie. En los años anteriores había realizado grandes obras maestras, como la Vírgen de las Rocas o la Dama del armiño. Un gran proyecto, destinado a quedar inacabado, es el del colosal monumento ecuestre de Francesco Sforza. Pero es sobre todo en Milán donde, alrededor de 1485, Leonardo empieza a ampliar sistemáticamente sus investigaciones científicas, a través del estudio directo de los fenómenos naturales y del funcionamiento de las máquinas. Siente también la necesidad de comparar sus estudios con los de autores antiguos y modernos (los “altori”, como él los llama) y empieza a formar el primer núcleo de su biblioteca (del cual queda un testimonio que incluye 40 títulos en una página del Códice Atlántico). Desarrolla una prodigiosa actividad de escritura y dibujo, pasando del uso del folio suelto a la reunión de los primeros cuadernos de trabajo (el Códice B y el Códice Trivulziano).

Titolo del libro: