La Comedia de Dante es una presencia continua en la obra de Leonardo. El poema fascina a los artistas (de Botticelli a Michelangelo) por los estímulos que ofrece a la imaginación visual. Su poesía es un constante desafío para la pintura, como recordará Leonardo en el Paragone. Pero su lectura es también una inagotable fuente de conocimientos filosóficos, médicos, científicos, mediados por comentarios como los de Cristoforo Landino.